miércoles, 11 de marzo de 2009

Ejemplo de amor

Nuestra perrita Castaña era una gordita graciosa y solo perdía su jovialidad cuando peleaba ferozmente con su hermana Negra. Mas tarde aprendimos que el hecho de tener dos hermanas de la misma edad en el mismo nivel jerárquico solo traería problemas, pero esa es otra historia.
Ella nunca mostró interés en los perritos que venían a visitarlas al portón delantero cuando estaban en celo, pero evidentemente alguno le interesó porque un día nos percatamos de que ella estaba en trabajo de parto.
Por suerte solo tenía uno, porque el parto no fue nada sencillo, la cría venia de atrás y cuando nació estaba muerta, Castaña la limpió con solicitud maternal, desconcertada porque no se movía su cachorro. No quiso que se lo sacaramos, ni para comer lo abandonó.
Tuvimos que robarselo a escondidas para enterrarla, lo buscó desesperadamente y parecía preguntarnos si no lo habíamos visto.
En esos días yo hacia una pasantía en una clínica veterinaria, y cuando habían pasado sólo dos días del parto de Castaña, llego a la Clínica un Sr. con su perra de raza Pointer Alemán, que estaba en trabajo de parto y quería internarla para que fuera supervisada.
En el parto todo salio bien, nacieron 6 perritos saludables y fuertes, pero cuando se le avisó al dueño y vino a buscar a su perra y los cachorros, pasó algo para mí inaudito: el sr., criador de Pointer, examinó a los cachorros y separando 3 de ellos, totalmente blancos, ordenó secamente, a estas sacrifíquelas porque son albinas y no me sirven.
La esposa del Dr. que me ayudaba en ese momento y yo nos quedamos heladas, nos miramos y dijimos al mismo tiempo: matarlas? Bueno, en todo caso hagan lo que les parezca con ellas nos dijo, yo no las quiero y salió de allí, llevándose la madre y los pequeños que no habían sido brutalmente rechazados.
Mientras pensábamos que hacer, le dije a la Sra., que tenia una perrita recién parida que quizá podría intentar que las aceptara. Me dijo, llevate dos y yo cuido la 3a y si no las quiere mañana vemos como las cuidamos.
Pues me lleve las dos hembritas a casa y se las presente a Castaña a ver que hacia con ellas, y temiendo que las rechazara, pero mi queridisima perra, cuando las vio, parecía que hubiese llegado a ver el cielo, porque resueltamente se llevo a una a la cama y luego regresó por la otra.
Desde ese momento fue la mejor madre que podían haber tenido esas cachorras, abnegada, dedicada y tan atenta, las crió y creo que jamás se llego a enterar de que no llevaban su sangre.
Las perritas se llamaron, luego de ser bautizadas por mi madre, Cosí y Cosá, y al cumplir un mes y medio sobrepasaban a la madre en varios cm de altura, pero igual Castaña iba tras ellas intentando llevárselas de nuevo a su cama.
Y lo más gracioso de todo es que al llegar al mes de nacidas, primero poco a poco y luego mas rápidamente les salieron manchas por todos lados, grandes, pequeñas, de hermoso color caoba y las que parecían ser albinas terminaron siendo Pointer en toda regla.
Luego se las di en adopción a una compañera de Facultad, pues ya teníamos demasiados perritas y no podíamos tener más, sé que vivieron felices juntas muchos años.
La otra hermanita fue criada con biberón por la esposa del Dr. y luego ella también la dio en adopción.
Mi preciosa Castaña nos dio una lección que quizá al dueño de la Pointer le hubiese venido muy bien.............Que el verdadero amor no distingue razas ni colores.

4 comentarios:

  1. Me encantó esta historia!!! Qué maravillosa lección la de Castaña y me habría encantado verle la cara al "criador" si se llega a haber enterado de esto, jejejeje

    Besotes

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  2. Clarísimo ejemplo de amor, si señor, y lo de lod nombres de cosí y cosá me ha resultado muy gracioso, lo que me ha dado mucha rabia ha sido lo que quería hacer ese..... hombre? en fin

    Besitos

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  3. Mejor no te digo lo que opino de este "Señor" si es que se le puede decir asi!!! Que hermosa Castaña que las adopto sin importarle si eran o no sus hijitas. Tenemos que aprender tanto de los animales

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  4. En realidad son los animalitos los que nos dan mil ejemplos todos los días, desafortunadamente el ser "humano" no es capaz de entender ninguno. Es una hermosa historia que nos enseña que si queremos un amor incondicional, lo busquemos en un animalito. Besos. Mir

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