domingo, 1 de marzo de 2009

Mi primer amor Canino

Tenía yo 10 años cuando la vi por primera vez, una bola de pelos pelirroja acurrucada y muerta de miedo que el jardinero sacó de entre los matorrales del patio vecino al nuestro, y el responsable de ello, Sam, nuestro viejo pastor alemán quien dio muestras de gran inquietud al percatarse de su presencia al otro lado de la malla de alambre, la olía de pies a cabeza haciendo que la perrita se encogiera aun más.
Es una perra, dijo Don Guillermo, y la puso en el piso. Mi mamá la miro y dijo pobre animalito debe estar con sed y hambriento, y eso marcó el inicio de la caída.
Al llegar mi padre, la perrita estaba satisfecha y ya más tranquila, así que comenzó pronto a recorrer toda la casa, y hasta le dio la bienvenida al propio dueño de casa, mi mamá le comentó lo sucedido y lo primero que dijo papá fue: Una hembra no!, de ninguna manera se quedará en casa! No traen más que problemas.......
Pero ella ya era mía, sus ojitos obscuros me miraban allá profundo en los míos y me hablaban, no me abandones..... Seguí a mi padre diciéndole, por favor, déjala acá, yo me voy a encargar de buscarle dueño........No muy convencido aceptó y ya no hubo vuelta atrás.
Creció, se convirtió ya bautizada en Damita por la cocker de la Dama y el vagabundo, cuyo color rojizo me la recordaba, en toda una Dama. Tenía un pelaje suave y ondulado, era pequeña y tenia los dientes inferiores asomando por delante del hocico, pero yo la veía (aún la veo) hermosísima.
Nos dio muchísimos sustos, algunos que hoy al recordarlos me hacen sonreír, como cuando se le cayeron los dientes y mamá y yo la llevamos al vet asustadísimas y nos dice, son los de leche, luego le salen los permanentes. Y algunos otros más graves como cuando tiempo después del primer parto, la atropelló una camioneta fracturándole la cadera, en ese momento cuando desoladas buscábamos un vet que de urgencia la atendiera después de las 10 de la noche y no lo encontramos, mientras regresaba a casa con ella en brazos, me hice la promesa de que en un verdadero caso urgente, cuando yo fuese vet, sí ayudaría a personas desesperadas como nosotros por el bienestar de su mascota.
Ella se recuperó sin ayuda, pero no pudo volver a parir normalmente y eso sí era un problema, porque ella era una dama algo casquivana, y le gustaba mucho salir a pasear con sus amigos.
En el primer parto tuvo 3 perritas, llamadas Negra, porque al nacer mamá dijo "acá nació una negra como conciencia de usurero" luego vino Castaña y Rubia al final, como verán el darles nombres no fue un quebradero de cabeza precisamente.
Pero luego del accidente fue necesario extraerle los perritos muertos en una maniobra complicada. Lamentablemente, yo era demasiado joven y no tuve la información necesaria para evitar que eso pasara.
Hoy día, hubiese buscado la forma de operar a la perra y no hubiese pasado lo que pasó.
Damita tenía 14 años, yo acababa de recibirme y llegaba del campo cuando ella enfermó de una infección uterina, insegura aun en la práctica, acudí a un colega amigo que me ofreció ayuda.
Hay que operarla, me dijo, y estuve de acuerdo, le aplicó un sedante y allí mientras la preparaban, en mis brazos se durmió para siempre, simplemente se dejó ir.
No me arrepiento, porque se que no había salida, pero ella fue mi compañera de infancia, mi confidente y toleró mis numerosas infidelidades caninas y felinas en la época de facultad con la seguridad de saberse la primera y siempre estuvo allí, fiel y constante en todo momento, con una forma especial de frotar su cabeza suave contra mí, protegiéndome juguetonamente al inicio pero fieramente después de todo intento de violencia contra mí, incluso una palmada para despertarme de mi padre.
Fue una perrita preciosa y dueña de un carácter tan especial que me llevó mucho tiempo aprender a vivir sin ella.


He tenido otros perros y también gatos pero ella tiene un lugar inolvidable en mi corazón.
Mi pequeña, aún no te olvido y tu jazmín aún está en ese sitio donde reposas
Tu mamá

2 comentarios:

  1. Tere, esta historia es maravillosa, me hizo llorar al igual que a mi familia porque movió en nuestro corazón el recuerdo de nuestra amada Chiquis. Gracias por compartirla. Te queremos mucho. Mir

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  2. Que linda historia Tere! La verdad es que me hiciste llorar porque tuve una perrita parecida (por los dientes saliditos). Te mando un besote enorme, Lia

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